La maldición de las tabaibas
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… pasa, que ya no se conforman que las tabaibas llenen montañas,
cercados, barrancos, explanadas, etc., todo-todo, sino que ellos, las traen a
colegios, plazas, rotondas, parques, jardines, orillas de las carreteras, etc.,
etc., es decir acaban con lo rural, y las meten en la urbe y por todos lados. Y
sin bajarnos del coche las vemos ya en todas partes, por todas partes, en el
interior, medianías, costa, alturas, ya lo ocupan todo.