Oro, incienso, mirra y tabaibas…
“… que los reyes de las islas le paguen tributos…” (del salmo 71,
10-11).
… sí, hasta Belén -lo dice el salmo 71- se acercó un
cuarto Rey, un Guanarteme o Rey Guanche, que postrado -con los otros de Oriente-
lo hizo igualmente, ante el Niño Rey Universal, presagiando con su ofrenda y
presencia, su temprana y amarga -como las tabaibas- muerte, y la amargura de su
vida pública y redención final. Bien le pudo el nuestro significar con su ramita
de tabaiba al Niño (sus padres: José y María, no se la dejaron al Niño tocar)